domingo, 30 de junio de 2013

The Moody Blues: On The Threshold Of A Dream


ON THE THRESHOLD OF A DREAM (1968)

1) In The Beginning 2) Lovely To See You 3) Dear Diary 4) Send Me No Wine 5) To Share Our Love 6) So Deep Within You 7) Never Comes The Day 8) Lazy Day 9) Are You Sitting Comfortably 10) The Dream 11) Have You Heard (Part 1) 12) The Voyage 13) Have you Heard (Part 2)

Al parecer, 1968 no sólo fue un año productivo para el rock en general, sino también para los Moodies, quienes estrenaron dos álbumes. ¡Qué gran época, donde la creatividad desbordaba! Y no como sería después, donde tendríamos que esperar años por algún nuevo disco de alguna banda medio famosilla que se recluye para crear una supuesta obra maestra...bueno, pero no divaguemos más. Después del relativo fracaso que represento su producción anterior, In Search Of The Lost Chord, la banda decidió regresar al esquema de Days Of Future Passed que tan buenos dividendos les dejo. Abandonaron los tintes psicodélicos y volvieron a lo que mejor saben (o sabían) hacer: pop rock. ¿Cuál de las dos producciones es mejor?

Depende de como se mire, por supuesto, aunque desde un punto de vista general, yo diría que el presente álbum aunque no por mucho. De alguna manera, no alcanza la altura del "debut" ni hay clásicos de la envergadura de Nights In White Satin y por momentos se puede hacer un tanto aburrido; aún así, constituye un muy buen rato de música. 

Si hay momentos que reprochar, a mi parecer sería el inicio, donde nos encontramos con la poesía obligatoria, cortesía de mister Edge y, en esta ocasión, el efecto es peor. Si en DOFP la orquesta hacía digerible la declamación, en Threshold suena como un imperdonable relleno de tiempo. No me malinterpreten: puede ser "necesario" para el concepto (¿cuál? Ya llegaremos a eso), pero parece un poco extraño unos versos narrados de manera cuasiapocalíptica para después escuchar una pieza como Lovely To See You. 

Porque después de la segunda pista y casi hasta el final, lo que encontramos es una muy buena colección de temas pop rock tan característicos de la banda en los sesenta. Después de la agradable y pegajosa aunque un tanto genérica Lovely To See You, encontramos joyas del repertorio Moody. Dear Diary es una de las canciones más extrañas halladas en el el catálogo de la banda, con un ritmo lento y triste, cortesía de Thomas quien de pronto dejó de lado sus excursiones a la Another Morning y Dr. Livingstone I Presume. Lazy Day, ahora que lo pienso, es otra pieza en la misma vena, acerca del aburrimiento que representa la vida actual. Menos mal que Thomas saldría de esa protodepresión que parecía experimentar. Muy buenas canciones, como todas las que conforman la primera parte, con Lodge y Pinder contribuyendo cada vez mejores rolas, como To Share Our Love, las más roquera nuevamente gracias al primero, y So Deep Within You

El problema inicia, paradójicamente, cuando nos acercamos al final. Are You Sitting Comfortably, de Hayward, es una composición débil melódicamente que trata ganarse nuestra atención únicamente por medio de la atmósfera y el trabajo vocal. Sin embargo, si esto resulta tolerable, el mayor problema del álbum son las cuatro últimas composiciones. The Dream, otra poesía de Edge, da comienzo a la suite donde se presenta el supuesto concepto del disco. Para empezar, éste resulta confuso y mucho menos logrado que en DOFP (hablando de un retroceso creativo); además, la parte de Have You Heard, divida en dos partes y un intermedio, no son muy buenas: las tres partes son cortas, carecen de sentido, de ideas y lo más destacado es el trabajo vocal de Pinder. 

A pesar de sus claras falencias, las demás composiciones equilibran al álbum. Es una agradable experiencia auditiva. Además, en esta era de playlists y mp3, si deseas armarte un excelente disco, puedes juntar las mejores canciones de In Search Of The Lost Chord y de éste. Si gustas de dar vueltas en bazares de segunda mano o lo llegas a ver a buen precio, es una gran inversión

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viernes, 28 de junio de 2013

The Moody Blues: Days Of Future Passed

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DAYS OF FUTURE PASSED (1967)

1)The Day Begins 2)Dawn: Dawn Is A Feeling 3)Morning: Another Morning 4)Lunch Break: Peak Hour 5)Evening: The Sun Set/ Twilight Time 6)Afternoon: Forever Afternoon (Tuesday?)/ Evening Time To Get Away 7)Night: Nights In White Satin 


Seguramente la han oído en alguna ocasión en estaciones de rock clásico y hasta ha salido en películas (Sombras tenebrosas es uno de los ejemplos más recientes). Hablo por supuesto de la sensacional y pretenciosa Nights In White Satin. ¿Pretenciosa? Claro, querido lector. Verá, este es uno de los mejores ejemplos de cuando algo pretencioso es justificado. Esta canción, pomposa y grandilocuente hasta el punto de volverse chocante justifica su propio peso al ser arreglada de forma adecuada con una letra ambigua y un trabajo vocal impresionante de Justin Hayward, esto ensalzado por el arreglo orquestal de Peter Knight. Una de las mejores canciones de los sesenta, sí señor. 

   ¡Pero no divaguemos! Days Of Future Passed es más que Nights In White Satin. Tras dejar la fórmula del R'n'B que no les estaba redituando mucho ante una feroz competencia (con grupos mucho mejores que vencer), dos cosas sucedieron al interior del grupo, que bien podría ser sólo una: la entrada de Hayward y Lodge resultó como una inyección de vitalidad en el apartado de composición, lo cual resultó en que tanto Pinder y Thomas también comenzaran a realizar contribuciones importantes. Así, ipso facto, los Moodies contaban con cuatro compositores competentes. Pero no todo resultaba tan brillante al hacerse notoria una de sus falencias más grandes que los críticos (es decir, aquellos que se han tomado la molestia de escuchar la mayoría de sus producciones más de una vez) han encontrado: todos escribían canciones muy similares. Tal vez sea una aseveración un tanto exagerada pero no desprovista de cierta verdad; las diferencias entre cada canción, a reservas de la voz, son mínimas y requiere tiempo de encontrar el sello distintivo de cada miembro. Hayward, como también ya muchos han notado, realiza las contribuciones más distintivas, gracias a que su voz es la más notable de la agrupación. 

     Otro punto en contra de la producción es la parte que le llevó a ser más notoria a su salida. Me refiero, claro, a la orquestación dirigida por Peter Knight. Mientras que no estorba en momento alguno, carece de cierta chispa que le lleve a ser realmente relevante y no un mero añadido; al fin y al cabo, en eso quedo, como algo curioso y hasta innovador, pero un tanto torpe ejecutado. Eso sí, la composición que da inicio al disco está muy bien ejecutada y sirve como una especie de obertura a la suite. 

     ¿Suite? Sí, porque (aquí podrían sonar muy bien unas fanfarrias) DOFP es uno de los primeros discos conceptuales en la historia del rock.Sin entrar en debate sobre cuál en realidad sea la primera banda que ejecutó está idea, es cierto que hasta 1967 ninguna banda había logrado una combinación tan acertada entre concepto y melodía. El concepto, como la primera pista lo sugiere, es seguir el progreso (¿y dicen que no eran una banda progresiva?¡Ja!) de un día. Esto puede ser más profundo, tanto como se desee, pero parecería ser una analogía entre el paso de la mañana, tarde y noche con las etapas de la vida. Pero, como muchos dicen, el concepto sólo esta en el oyente. 

     Dejando atrás las divagaciones acerca del concepto y dejando aún más atrás la orquestación, las melodías son bastante buenas y, de paso, son muy adecuadas con el ánimo que intentan recrear. Después de la obertura (y de la pieza declamada de poesía proveída por Edge, otra constante en el primer periodo de lo Moodies), Pinder nos regala Dawn Is A Feeling una pieza aletargada pero con un toque majestuoso que muestra tal vez al segundo mejor vocalista de la agrupación; su tono siempre me ha parecido muy cálido. Después, Ray Thomas nos muestra una de sus primeras composiciones, en un tono juguetón y un tanto infantil (que no infantiloide) en la pegajosa Another Morning. John Lodge contribuye la pieza más roquera (es el mejor momento de decir que nunca fueron muy roqueros para comenzar; tal vez sea mejor considerarlos como una banda esencialmente de pop) en la beatlesca Peak Hour. Pinder continúa con The Sun Set, una pieza meditativa y con algunos toques hasta tribales. 

    Como dije antes, las mejores composiciones le pertenecen a Hayward con la mencionada Nights y con Tuesday Afternoon, una pieza pop con un coro muy pegajoso que no tardó en convertirse en una de sus piezas obligadas en cada concierto. El trabajo de Pinder en el mellotron y el de Thomas en la flauta terminan por redondear un verdadero clásico que, por alguna extraña razón, se unió con otra composición de Lodge titulada Evening Time To Get Away, similar a la anterior Peak Hour.

     DOFP es tal vez el trabajo más innovador de la banda y un parteaguas un tanto olvidado en la historia del rock. Sólo piensen si Dark Side Of The Moon podría haber existido sin estos primeros esfuerzos conceptuales (otra influencia no comprobada sería el posterior To Our Children's Children's Children). Además, es el disco a poseer para conocer a los Moodies

The Moody Blues: Introducción


No hay mejor manera de comenzar esta era de reseñas en el blog que con una banda inglesa que logró crear una discografía sólida y por la cual muchos grupos "menores" matarían. Aún así, muchos críticos especializados ni siquiera los consideran como una parte importante en la historia del rocanrol, fama que muchos fanáticos de esta música han aceptado. Una verdadera lástima, porque a pesar de tal situación, es una banda que merece la pena llegar a conocer. 

Los Moodies han sido, de manera un tanto errónea, clasificados dentro del rock progresivo. Tal vez sea la razón de ser tan vilipendiados, porque, sin ser meramente una banda progresiva, todo lo malo que se ha dicho acerca de este subgénero se les aplicó inmediatamente. Porque, honestamente, no hay muchas similitudes entre ellos y, digamos, Yes o Genesis, mucho menos con King Crimson. Days Of Future Passed, su álbum debut "espirítual" (más adelante podremos saber por qué) pretendía realizar una amalgama de música pop con arreglos orquestales y así, sin más, recayó sobre la banda la maldición de los "roqueros pretenciosos" que los persiguió durante toda su carrera, la misma que atosigó a las antes mencionadas bandas. 

Muchos dejan de lado que en realidad su música tienen más en común con los Hollies y, en general, con los grupos de la invasión británica, esto gracia a los talentos innegables de los integrantes y que el único elemento que los acerca a la pomposidad de las bandas progresivas son las ocasionales introducciones de poesía declamada. Pensándolo bien, otra constante que los separa de los mundos imaginarios y fantásticos explotados por otras bandas, y que los acerca al campo del art-rock, es el elemento conceptual en sus álbumes. Mientras que sus siete discos más conocidos tienen un concepto más o menos claro, pero no por ello menos profundos. 

Sin embargo, al acercarse los ochenta, la crisis llegó y, tras la salida de un miembro fundamental, el combo lindó en esa delgadísima línea que separa al pop profundo del pop banal y pedestre tan propio de la época; claro, pocos grupos nacidos en los sesenta pudieron lograr tal metamorfosis sin perder un gran tanto de dignidad. 

Así que, sin más palabrería, definitivamente los Moodies son un grupo que vale la pena conocer y, mientras que la discografía completa no sea esencial dentro de una colección de rocanrol, los siete álbumes clásicos (desde Days Of Future Passed hasta Seventh Sojourn) bien pueden ser una buena adquisición. 

Miembros: 

La primera alineación, que casi nadie conoce: Denny Laine en la guitarra, Clint Warwick en el bajo, Graeme Edge en la batería y ocasionales partes de poesía, Ray Thomas en diversos instrumentos, sobresaliendo la flauta, Mike Pinder en el mellotron; después de fallar estrepitosamente en el intento de crear algún éxito relevante, Laine y Warwick abandonaron la nave, siendo remplazados por Justin Hayward en la guitarra y John Lodge en el bajo. Cabe señalar que todos los miembros contribuyen en las voces y esto deja claro que  los Moody Blues tenían por objetivo emular a los Beatles. ¿Pruebas? Así como Led Zeppelin se moldeó a partir de los Who y Grand Funk a partir de Cream, los Moodies intentaron seguir los pasos de los Fab Four: Hayward representa la parte "suave" y melódica; Lodge, la parte "roquera"; Thomas, la parte "espiritual" y "cósmica"; y Edge, la parte "divertida"; sólo Pinder parecería no caber en tan descabellada teoría, pero la idea es más o menos clara. Además, en pleno 1967, ¿quién no quería alcanzar a los Beatles?

Discografía

1965 - Go Now - The Magnificent Moodies
1968 - In Search Of The Lost Chord
1968 - On The Threshold Of A Dream 
1969 - To Our Chidren's Children's Children 
1970 - A Question Of Balance
1971 - Every Good Boy Deserves Favour
1972 - Seventh Sojourn
1978 - Octave
1981 - Long Distance Voyager
1983 - The Present
1986 - The Other Side Of Life
1988 - Sur La Mer
1991 - Keys Of The Kingdom
1999 - Strange Times
2003 - December Snow


¡Reseñas y más reseñas!

Nuevamente, entramos de nuevo a analizar algunas bandas musicales. Antes de entrar de lleno en la obra discográfica de algunas bandas de rock, procederemos a dar una visión general de la banda en cuestión. Para quien tenga interés en conocer a dicha banda, puede hacer caso de las recomendaciones aquí vertidas de  una forma sencilla: puede ser que dicha banda sea conocida por un álbum en específico, por una recopilación o simplemente puedes vivir sin escucharla. 

Para comenzar, agregaremos algunas bandas de discografía muy conocida: Fleetwood Mac, Yes, Genesis, Joy Division, The Smiths, Pink Floyd, Spooky Tooth, The Moody Blues y Chicago, por el momento; a su justo tiempo, más bandas y más álbumes desfilarán por acá. 

Sin más, ¡continuemos!