lunes, 17 de julio de 2017

Rar Davies: Return to Waterloo (1985)


1) Intro; 2) Return to Waterloo; 3) Going Solo; 4) Missing Persons; 5) Sold Me Out; 6) Lonely Hearts; 7) Not Far Away; 8) Expectations; 9) Voices in the Dark (End Title)

El primer disco solista de Ray Davies es un tanto “tramposo”. A mediados de los ochenta, The Kinks eran Ray Davies, principal compositor, letrista y proveedor de ideas en el grupo. Sin embargo, parece ser que Ray decidió tomar la responsabilidad del proyecto debido a que su carnal Dave Davies se rehusó a participar en las grabaciones. Supongo que, en el fondo, pensó que no podía estrenar un álbum con el nombre del grupo sin la guitarra de Dave. Así que, aquí estamos, escuchando y hablando sobre Return to Waterloo. Dicho proyecto fue tan olvidado, que, en 2006, cuando se editó Other People’s Lives, el sticker del CD decía “el debut solista de Ray Davies”.  Afortunadamente, el proyecto volvió a ver la luz recientemente. Pero ¿de qué va este CD?

Return to Waterloo es la banda sonora de un filme producido, escrito y dirigido por Ray Davies. El filme (el cual no he tenido la oportunidad de ver) dura aproximadamente una hora y narra la historia a través de la música y la letra. Y aquí es donde vuelvo a la idea inicial, de que Ray se tomó varias libertades, ya que este disco incluye tres canciones, con cambios mínimos, que ya habían sido incluidas en el álbum más reciente de The Kinks en ese entonces (Word of Mouth): “Missing Persons”, “Going Solo” y “Sold Me Out”. Además, se incluye un breve track llamado “Intro”, lo cual nos deja con un grandioso total de cinco composiciones nuevas. Suficientes, tal vez, para un EP, pero muy pocas como para justificar la compra de un álbum completo…

…si no fuera por un pequeño, pequeñísimo detalle. Y es que las cinco canciones nuevas buenas. Y entre ellas, hay dos clásicos absolutos dentro del repertorio solista de Ray Davies, pero ya llegaremos a ellas. Tal vez el mayor “pero” que se le puede poner a las composiciones nuevas es la producción, la cual utiliza sintetizadores, efectos de sonido y drum machines. Lo bueno es que Ray no abusó de dichos instrumentos, usándolos con buen gusto. Al final, el instrumento más notorio es la guitarra, ya sea acústica o eléctrica, y eso siempre es una buena noticia al hablar de la música que proviene de los Kinks.

Volviendo a las canciones, “Lonely Hearts” es un tema cuya melodía es convencional, tipo doo-wop, la cual se beneficia por la interpretación sincera de Ray. “Not Far Away” es un tema roquero y energético, muy similar a los de Word of Mouth, con un riff sencillo pero que al menos es fácil de recordar. “Expectations” es un tema que inicia de manera acústica, para al final transformarse en una canción con una batería casi marcial. Si bien estos tres temas no son obras maestras, son buenos.

Ahora llegó el momento de hablar de los dos temas principales. Dos clásicos absolutos, es una pena que hayan sido editados en este álbum, ya que muchos fanáticos (y no fanáticos) de los Kinks se los perdieron por esta causa; ni siquiera se incluyeron como bonus tracks en las reediciones de los álbumes de esa década. Por supuesto, hablo del tema titular, “Return to Waterloo”. Aquí es donde la producción está un poco de más, con ese efecto de aplausos y el sintetizador que pudieron omitirse; porque las melodías creadas por Ray son impecables en esta canción. Es una de esas raras canciones en las que encontramos varios sentimientos a la vez (nostalgia, tristeza, alegría, optimismo; ¡hay más sentimientos en esta canción que en el catálogo completo de Roger Waters!). Curioso, que en pleno 1985, Ray incluyera líneas como “The headlines cry out from the papers/”Inflation," "murder," "wars," who really wants to know?”. Parecen adecuadas para este mismo año, ¿no?

La otra canción imperdible es “Voices in the Dark”. La melodía principal la lleva el riff del sintetizador y simplemente…es hermosa. La voz de Ray es particularmente tierna en este track. Una muestra más de la capacidad genial de Ray Davies para crear melodías bellas y optimistas en plena década de los ochenta; no he logrado comprender por qué no se le considera (al menos con el “gran público”) al mismo nivel que Macca o que la dupla Jagger/Richards. Tienen que escuchar esta canción.

Así que, a pesar de un proyecto alterno y modesto, este disco vale la pena sólo por esas dos canciones. Incluso si no son admiradores de los Kinks o de Ray, escuchar esos dos tracks es un lujo que pueden darse al menos una vez en la vida. Y quienes son fanáticos del grupo, no tienen pretexto para buscar e incluir este disco en su colección personal. Lástima que, incluso con la reedición, es difícil encontrarlo actualmente. Pero si lo encuentran, no duden en adquirirlo.

Nota técnica: En una recopilación doble de los Kinks y Ray Davies, llamada The Singles Collection/ Waterloo Sunset: the Songs of Ray Davies, se incluyen “Return to Waterloo” y “Voices in the Dark”. La versión de “Waterloo” omite gran parte de los efectos de sintetizador (lo cual ayuda a demostrar que la melodía es impecable). Sin embargo, parece ser que también es difícil de conseguir dicho set. 

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