martes, 11 de julio de 2017

Roger Waters: Radio K.AO.S. (1987)


1) Radio Waves; 2) Who Needs Information?; 3) Me Or Him?; 4) The Powers That Be; 5) Sunset Strip; 6) Home; 7) Four Minutes; 8) The Tide Is Turning (After Live AID)

Tres años después de The Pros and Cons, Waters editó su segundo disco solista, después de una larga batalla legal con Gilmour y Mason sobre el uso del nombre de “Pink Floyd”. Al parecer, ni eso le pudo quitar el gusto por los álbumes conceptuales. Lo bueno de este asunto es que Radio K.A.O.S. tiene una historia un poco menos confusa que la de hace tres años. Puede sonar un poco más ridícula, pero es claro que a Roger se le facilita más escribir acerca del asunto bélico.

La historia, en breve, trata acerca de Billy, un muchacho parapléjico que se comunica a través de una caja especial; también posee habilidades telepáticas y es un pacifista irredento. Billy es amigo de Jim, quien es un DJ en la estación “Radio K.A.O.S.”. Después, Billy le llama a Jim para decirle que tiene el control de una bomba atómica y que la hará explotar en cuatro minutos. Al final, Billy prefiere no hacer explotar la bomba, puesto que, después de presenciar el fetival Live Aid, se convence de que la humanidad tiene futuro.

Si desean consultar la historia de manera más profunda, pueden buscarla en el librillo del CD (al menos, en aquellas ediciones que la contienen, ya que la mía no cuenta con ella). Este álbum es la segunda (o tercera, si contamos algunas secciones de The Wall) ocasión en la que Roger nos muestra su sentir acerca de la guerra y todo lo que el filósofo Roger nos tiene que decir al respecto. Ahora bien, no quiero ser le portador de malas noticias, pero este esfuerzo es un poco peor que la vez anterior. Sin Clapton y con la producción típica de los ochenta, simplemente este es un álbum seco, seco, seco. No hay melodías interesantes, lo cual no es sorpresa cuando hablamos de Roger, y no hay algún músico que pueda aportar algún mililitro de emociones. Al menos, Waters intenta, la mayoría de las veces, cantar y no sólo recitar sus letras. Pero, al igual que gran parte de la música, suena robótico y estpa muy, muy lejos de causar empatía acerca de lo que está cantando.

La música de Radio K.A.O.S. está basada en ritmos y sintetizadores característicos de los ochenta. Lo bueno es que este disco fue la única vez que Waters utilizó dicha instrumentación para seguir la música “de moda”; sin embargo, esta no es la única mala noticia. Para este punto, parece que Roger agotó por completo la veta de The Wall, por lo que el contenido melódico del disco es casi inexistente. La mayoría de las canciones son un intento de disco-rock, como la inicial “Radio K.A.O.S”, o como “Sunset Strip”. “Home” sigue el mismo camino, pero es demasiado larga; tal vez sea importante desde el punto “conceptual” (aunque la letra no es mala, a decir verdad), pero, para el tercer minuto, ya escuchamos todo lo que ofrece la canción. Un elemento extraño en esta fórmula es “Me Or Him?”, una balada acústica que nos recuerda al Roger de inicios de los setenta. Aunque no es tan buena como “If” o como “Grantchester Meadows”, pero al menos es una variación dentro de un álbum de sonido tan artificial.

Esto nos deja con dos canciones que pueden considerarse como los puntos altos del álbum. La primera es “The Powers That Be”, una canción con una línea de bajo que rompe con la tendencia del resto de las canciones y nos brinda algo memorable. Además, la letra ofrece una crítica social interesante y coherente. La otra canción que puede considerarse como notable es “The Tide is Turning (After Live Aid)”. Es una melodía optimista y que pretende sonar sincera; incluso se usa un coro al final para darle un toque cálido. Aunque estoy un tanto confundido: ¿Roger, en verdad pensó que el festival Live Aid  fue un hito en la historia de la humanidad? ¿Neta, el mismo Roger demandó a sus compañeros por el uso del nombre de “Pink Floyd”? Bueno, independientemente de lo anterior, es el único tema que huele a un poco de humanidad en este álbum.

Tal vez hubiera sido mejor que Roger usara su modo full conceptual para hacer de Radio K.A.O.S. un disco doble. Al fin, el concepto podría haber sido más interesante de lo que resultó de esta forma. Aunque el problema era encontrar las melodías suficientes para llenarlos. Así que, al igual que la última vez, lo mejor es que sólo los fanáticos de Roger Waters se acerquen a este álbum. De otra forma, pueden grabar “The Powers That Be”, “The Tide is Turning” y las tres canciones buenas del Pros and Cons y podrán tener veintitantos minutos de música decente. No se trata de música inspirada, o genial o hermosa: sólo decente. 

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