Disc 1: 1. In the
Flesh; 2. The Happiest Days of Our Lives; 3.Another Brick in the Wall, Part II;
4. Mother; 5. Get Your Filthy Hands Off My Desert; 6. Southampton Dock; 7. Pigs
on the Wing, Part 1; 8. Dogs; 9. Welcome
to the Machine; 10. Wish You Were Here; 11. Shine on You Crazy Diamond, Pts.
I–VIII; 12. Set the Controls for the Heart of the Sun
Disc 2: 1. Speak to
Me/Breathe (In the Air); 2. Time; 3. Money; 4. 5:06 AM (Every Stranger's Eyes);
5. Perfect Sense (Parts 1 and 2); 6. The Bravery of Being Out of Range; 7. It's
a Miracle; 8. Amused to Death; 9. Brain Damage; 10. Eclipse; 11. Comfortably
Numb; 12. Each Small Candle
Después de la fría recepción que tuvo Amused to Death, ocho años después, Roger Waters editó un nuevo
disco grabado en concierto. Este evento, la gira In the Flesh, fue un hito importante en la carrera de Waters por
varias razones. Esta fue la primera gira solista que emprendió, en la cual la
magnitud de los conciertos era similar a la de las mejores épocas de Pink
Floyd. En segundo lugar, era la primera vez que el público podía escuchar
varios de los temas clásicos de Floyd (puesto que el Pink Floyd “oficial”
estaba ya fuera de circulación para ese año) con la “mente maestra” detrás de
la música (no, no, no, no me reclamen:
así lo dejaba claro mucha de la publicidad para esos conciertos).
En tercer lugar, y tal vez la razón más importante dentro
del marco de la discografía de Waters, es que es el único disco que ofrece una
vista “panorámica” (por decirlo así) de toda su obra. En este álbum, hay cortes
de Dark Side, Wish You Were Here, The
Wall y The Final Cut. Todavía más importante, para el completista, es que
es el único disco que contiene interpretaciones en concierto de temas de The Pros and Cons y de Amused to Death, además de un tema
inédito (“Each Small Candle”). Sólo Radio K.A.O.S. no aporta ningún track (y, créanme, no puedo culpar a
Waters). De hecho, y de acuerdo con las declaraciones de Roger al respecto, esa
era la idea: condensar las tres obras más importantes de Waters (de acuerdo con
sus propias palabras: Dark Side, The
Wall y Amused).
Y aquí es donde vamos a comenzar con dos aspectos, uno bueno
y uno malo. Las malas noticias es que, a partir de esta gira, los setlists de Waters se volvieron muy
predecibles (aquí se incluyen los clásicos de siempre: “Money”, “Shine On You
Crazy Diamond”, “Time”, “Comfortably Numb”, Wish You Were Here”). El lado
positivo de esta gira es que el disco contiene algunos temas olvidados y algunas
sorpresas. Por ejemplo, el mencionado
tema inédito “Each Small Cande”, un tema que se va construyendo poco a poco. De
hecho, es un tema que recuerda las buenas épocas de Floyd. Por Nada esencial,
pero interesante. Por otro lado, “Dogs” y “Pigs on the Wing” son excelentes
sorpresas. El mejor tema del disco Animals
es interpretado de manera excelente; tal vez sea interpretado de manera muy
similar al álbum original, lo cual es un gran logro, ya que la versión original
es casi perfecta.
Sin embargo, eso es lo más a lo que aspira este álbum: a
reproducir fielmente las canciones de Pink Floyd y de Waters en solitario. Y,
en ocasiones, hay canciones que se escuchan peor que la grabación en estudio.
Algo que está presente en todo el disco es una mezcla un tanto rara en la voz de Waters. Tal vez nunca haya sido el
mejor vocalista de la banda, pero lograba explotar bien sus capacidades. Aquí,
la voz definitivamente no está en plena forma; en varios temas, se escucha el
envejecimiento vocal, lo cual casi masacra algunas canciones. “Wish You Were
Here” sufre demasiado en este aspecto, además de que se repite un verso más, en
un arreglo que es innecesario.
En cuanto a los arreglos, es interesante que Waters
interprete el álbum Wish You Were Here casi
en su totalidad. Sin embargo, en el concierto de la gira en la Ciudad de México
en 2002, al cual asistió su seguro servidor, la interpretación del disco fue
casi idéntica, pues en esa ocasión separó “Shine On You Crazy Diamond” en dos
partes, mientras que en el disco se incluyen las dos partes en un solo track.
Eso sería todo. Es un disco en vivo decente, con una canción
inédita para los completistas y poco más. Tal vez el mejor uso sería para
aquellos que asistieron a la gira y desean tener un souvenir de ese evento. Si tienes muchas ganas de invertir tu
dinero en In the Flesh, puedes
conseguir el video de la gira. El espectáculo por sí solo puede ser más
interesante que la música.
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