1) 4:30 AM (Apparently
They Were Travelling Abroad); 2) 4:33 AM
(Running Shoes); 3) 4:37 AM (Arabs with Knives and West German Skies); 4) 4:39
AM (For the First Time Today, Part 2; 5) 4:41 AM
(Sexual Revolution); 6. 4:47 AM (The Remains of Our Love); 7) 4:50 AM
(Go Fishing) 8) 4:56 AM (For the First Time Today, Part 1); 9) 4:58 AM
(Dunroamin, Duncarin, Dunlivin); 10) 5:01 AM (The Pros
and Cons of Hitch Hiking, Part 10); 11) 5:06 AM
(Every Stranger's Eyes); 12) 5:11 AM (The Moment of Clarity)
El primer disco solista de Waters
como tal, después de la colaboración con Ron Geesin, se editó poco antes de que
anunciara su separación de Pink Floyd. Lo que demuestra este conjunto de
canciones es que tanto Gilmour, Mason y Wright tienen buen juicio. ¿Por qué?
Porque las canciones de este álbum se escribieron casi al mismo tiempo que las
de The Wall. Waters mostró ambos
conceptos al grupo para que eligieran cuál iban a grabar y bueno, lo demás es
historia. Y como Waters es conocido por no descartar ninguna de sus ideas, seis
años después del megahit de The Wall, The
Pros and Cons vio la luz.
Al igual que la obra de 1979, Pros and Cons es un álbum conceptual,
cuya trama puede resultar interesante, pero a la vez, es demasiado oscura y
personal. La idea es más o menos esta: un hombre que se encuentra de viaje en
carretera narra varios acontecimientos, los cuales ocurren entre las 4:30 y
5:11 de la mañana (por ello, las canciones tienen subtítulos que describen los
acontecimientos). Al parecer, resulta que todo lo que ocurre es un sueño, Sin
embargo, la narrativa de los acontecimientos se vuelve un poco mensa: por
ejemplo, el protagonista recoge a una mujer que hace autostop, tiene relaciones
con ella, son atacados por terroristas árabes y tiene un encuentro con Yoko Ono
(¡sic!). La verdad, no entiendo el
punto de narrar todo eso; tal vez Roger haya escrito esto de forma
autobiográfica pero es muy confuso. Al menos, The Wall tenía un concepto claro; demonios, hasta The Final Cut es más fácil de seguir y
tenía una especie de sentido.
Pero bueno, la música es lo que
nos importa aquí y ningún concepto no va a distraer del hecho de que The Pros and Cons es un disco bastante
mediocre. De hecho, hay ecos (¿o debería decir “Echoes”?) de The Wall por doquier. Incluso la producción, llena de efectos de
sonido, es muy similar. Pero este hecho, junto con la participación de Eric
Clapton en la guitarra principal, sólo sirven para enmascarar una cosa: que
Roger, para estas alturas (y así sería prácticamente durante toda su carrera
solista), se ha quedado sin ideas melódicas. Sí, reconozco que de vez en cuando
se le ocurre un tema musical recurrente en sus álbumes (como “Another Brick in the Wall” y como
sería “What God Wants” algunos años más adelante), pero aquí, simplemente no
encontramos ni eso. La mayoría de las canciones son poco memorables y vuelve a
incurrir en el error de The Final Cut; es
decir, prefiere “declamar” la mayoría de las composiciones, en lugar de
cantarlas. Lástima, siendo que, cuando se lo propone, Roger puede ser un buen
cantante, capaz de transmitir desesperación y paranoia, como lo demostró en “One
of My Turns” o “Don’t Leave Me Now”.
Sin embargo, hay un par de
aspectos positivos que rescatan a este álbum de ser un desastre total.
Primeramente, la presencia de Clapton resulta muy beneficiosa, ya que es
interesante escuchar las composiciones de Waters con alguno solos muy
inspirados (especialmente en “Sexual Revolution”); esto es inusual, pero,
considerando que los ochenta no fueron la mejor época de Dios. Como resultado, es un tanto extraño que, a final de cuentas,
la expresividad y el sentimiento provengan de la guitarra de Clapton y no de la
interpretación de Waters. Por esta razón, este disco podría ser interesante
también para los fanáticos del Mano
Lenta.
Además de esto, hay tres temas
que tienen melodías claras y memorables (para variar) y en los cuales Roger da
una buena interpretación vocal (también para variar). Bueno, tal vez “Sexual
Revolution” tal vez no tenga una melodía muy fuerte, pero Waters canta de
manera convincente, como en los mejores tiempos de Floyd; además, el solo de
Clapton hace que la canción valga la pena. “Every Stranger’s Eyes” es una
balada que comienza de manera tranquila, llega al clímax (con la línea “And
now, from where I stand…”) y termina con Waters casi susurrando la canción. Es
uno de los pocos momentos realmente emotivos en el disco y en la discografía
solista de Waters. Para finalizar, el tema homónimo es un tema de rock un tanto
convencional, pero memorable, con la participación de coristas femeninas.
Escuchen el tema una vez e intenten olvidar la línea “These are the pros and
cons of hithc hiking”. Además, es el tema en el que se menciona a Yoko Ono, así
que todos los haters de la japonesa también
son bienvenidos a escuchar este disco.
¿Balance? No muy bueno. De no ser
por lo que acabo de describir, estaríamos ante un fracaso total. Demonios, tal
vez sea un fracaso total: pocas personas, fuera del círculo de los fanáticos
más aferrados del alegre Roger, querrían escuchar este disco. Ni el Mano Lenta puede salvar este álbum.
Por cierto, en este blog somos
muy protectores de las buenas costumbres
así que aquí incluimos la portada censurada, con cuadrito negro y todo. Para
que no digan que ese Hank Galt es un libertino y un sucio; o bueno, pueden
decirlo, ¡pero que NO sea por incluir la portada original!
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