martes, 18 de julio de 2017

Roger Waters: The Flickering Flame (2002)


1) Knockin' on Heaven's Door (from the film The Dybbuk of The Holy Apple Field); 2) Too Much Rope; 3) The Tide Is Turning; 4) Perfect Sense, part I & II (live); 5) Three Wishes; 6) 5:06 AM (Every Stranger's Eyes); 7) Who Needs Information; 8) Each Small Candle (live); 9) Flickering Flame (demo); 10) Towers of Faith (from When the Wind Blows); 11) Radio Waves; 12) Lost Boys Calling (original demo)                

Qué cotorro, qué cotorro, como diríamos en la prehistoria. Otro disco de Waters, que apenas justifica su existencia para los fanáticos al ofrecer un par de temas inéditos y un par de rarezas que se incluyeron en bandas sonoras. Aunque no es habitual que reseñe discos recopilatorios, el material inédito es bastante, digamos, como para considerarlo un EP. Pero vayamos por partes.
Para comenzar, hablemos un poco de las canciones conocidas, provenientes de The Pros and Cons, Radio K.A.O.S, Amused to Death e In the Flesh.  Con respecto a este tema, la verdad es que la selección es, por decirlo de manera suave, cuestionable. “Every Stranger’s Eyes” es un buen tema, pero no sé por qué omitir “The Pros and Cons of Hitch Hiking” o “Sexual Revolution”. De K.A.O.S. se incluyen Who Needs Information” (que no es el mejor tema de ese álbum) y “The Tide Is Turning (buena elección), pero se omite “The Powers That Be”. De Amused, se incluye “Too Much Rope” (no entiendo por qué incluir uno de los temas más aburridos de ese disco), “Three Wishes” (buena elección) pero se omite…bueno, prácticamente se omiten las mejores canciones de disco (“Amused to Death”, “Watching TV”, “The Bravery of Being Out of Range”). De In the Flesh, se desprende la versión en concierto de “Perfect Sense, part I & II”, la cual es básicamente una copia al carbón de la versión de estudio. De esta parte, puedo decir que, por cada buena elección, hay varias omisiones. 

Digo, la discografía de Waters no es lo mejor que existe en este mundo, pero no tengo duda de que se pudieron incluir mejores canciones. No tengo idea de quién hizo la selección, pero parece que no es amigo de Waters (en el caso de que lo haya hecho él mismo, entonces podría decir que Roger es el peor enemigo de Roger).

La parte interesante de este compilado son las canciones que no son fáciles de conseguir en otros CDs. En primer lugar, está “Each Small Candle”, en la versión del disco In the Flesh. Así, al menos, los que deseen escuchar esa canción podrán adquirir este disco sin necesidad de pagar por el set doble. Buena canción, pero nada más. “Knockin’ on Heaven’s Door” es un cover del tema de Bob Dylan, grabado para una banda sonora. Buena canción, principalmente porque es casi igual que la versión original, la cual, por cierto, también formaba parte de una banda sonora. “Towers of Faith” es un tema similar a los de K.A.O.S. pero con una producción menos terrible. De hecho, es una canción agradable, especialmente cuando explota en la parte “This land is my land…”. Además, este tema pertenece a la banda sonora de la cruel pero interesante película animada When the Wind Blows.

Otro tema de una película (en este caso, de The Legend of 1900), es “Lost Boys Calling”. La versión que aparece en este CD es un demo, el cual pierde el encanto de la versión final. No hay atmósfera, no hay solos de guitarra, pero Waters brinda una buena interpretación vocal. “Each Small Candle” es la versión en vivo que apareció por primera vez en In the Flesh (tal vez hubiera sido interesante escuchar una versión en estudio). Y para finalizar, el tema titular. “The Flickering Flame”, es otra de las baladas acústica de Waters. La Letra es interesante y la melodía es agradable. Sin embargo, es una versión demo, aunque no sé en dónde apareció la versión “final” (dato interesante: en el concierto del 2002 en la Ciudad de México, Waters interpretó “Flickering Flame” en el encore).

En conclusión, es un álbum interesante ÚNICAMENTE para el fanático empedernido de Waters. Cinco canciones buenas, a secas, no justifican la adquisición de este disco. Lo  malo es que los álbumes posteriores siguieron un camino similar (agregar canciones sólo interesantes para los completistas). Un comentario final: no sé quién tuvo esa idea (tal vez provino del mismo Roger), pero ¿notaron el optimismo en el subtítulo del álbum (The Solo Years: Volume I)? Más de diez años después, seguimos esperando el Volumen II. ¿O a poco SÍ va a haber? Bueno, uno nunca sabe. 

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