La carrera en solitario de Donald Fagen, multi-instrumentista
y cincuenta por ciento de Steely Dan, no se alejó mucho de su antiguo grupo,
por lo que esta introducción será breve. The
Donald ha editado cuatro álbumes en solitario en cuatro décadas, sin
cambios de estilo muy drásticos. El disco más variado fue el primero, The Nightfly, y esto se debe al
concepto “retro” de muchas de las canciones que ahí se incluyeron. A partir del
siguiente, Fagen editó tres álbumes más que tomaban el sonido del Dan como referencia.
Sin embargo, se trata de un sonido muy particular y este es
el de Gaucho. Así es, mientras
Steely Dan dejó de grabar en 1980 para regresar en el año 2000, Donald continuó
con el mismo sonido desde Kamakiriad, Morph
the Cat y Sunken Condos. Es decir, un sonido altamente sincopado, con
melodías musicales y vocales claras y definidas y con arreglos y producción de
primer nivel. Para una prueba de esto último, escuchen Morph the Cat en audífonos y verán de lo que hablo. Cada nota está
en su lugar, los músicos que lo acompañan son ultra-súper-profesionales. En
solitario, Fagen puede llegar a sonar más estéril que con el Dan. Tal vez no sea un genio, pero Fagen
es, sin duda alguna, uno de los arreglistas más talentosos del mundo del
jazz-pop-rock.
Una diferencia clara con respecto a Steely Dan es que las
canciones de Fagen en solitario toman un sentido un poco más “personal”. Lo pongo
entrecomillado porque, aun así, los temas que aborda Fagen son un tanto…bueno,
complicados de seguir. Kamakiriad es
un disco supuestamente “conceptual” y “Morph the Cat” (la canción) es bizarra.
Al envejecer, comenzó a abordar temas usuales de dicha edad, como la muerte, y
en realidad, los aborda en maneras que cuando menos, resultan interesantes y
alejadas de los clichés usuales.
Así que, con una discografía tan breve, es una buena
inversión. Aunque esto viene con una condición: sólo es recomendable para
aquellos fanáticos irredentos de los “Dansters”. Si no te gusta ese grupo o
nunca lo has escuchado, mejor comienza con algo más digerible, como Can’t Buy a Thrill o Pretzel Logic. Pero si tus álbumes favoritos
son Aja, Gaucho y Two Against Nature, tu colección no
está completa sin los cuatro discos en solitario del buen Donald.
¡Ah! Lo olvidaba. The
Donald tiene el orgullo de haber producido uno de los discos favoritos del
Vaticano. No veo un atributo claro que le haya granjeado ese honor a The Nightfly. Aunque bueno, supongo que nunca incluirían The Velvet Underground and Nico o The Land of Rape and Honey. Eso SÍ
hubiera sido algo increíble. ¡Santas hostias, Fagen!
Discografía:
1982: The Nightfly
1993: Kamakiriad
2006: Morph the Cat
2012: Sunken Condos
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